Hoy el frío cala en los huesos.
Deprimente día de niebla.
Es extraño verlo tan mal y saber que sería un día precioso si EL estuviera conmigo para darme calor.
Otra de las cosas que odio del invierno es que se haga de noche tan pronto.
Que sea de día me hace sentir bien, hasta cuando es como hoy que no hay ni un rayo de sol.
Pero hay que despertar y enfrentarse a la realidad.
Así que, como no le tengo para abrazarme, me daré una ducha muy caliente.
Y como va a hacerse de noche en solo un par de horas, disfrutare de este rato del día.
Estoy deseando que llegue mañana para olvidarme de todo y disfrutar de esas pequeñas cosas que me dan un poco de felicidad.
Os deseo buen día, frío, pero bueno a todos!
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