Solo es un atardecer desde mi ventana, pero me llena de emociones.
Me hace sentir bien y en paz conmigo misma,
pero me invade la tristeza cuando da paso a la noche,
y esas tonalidades lilas, naranjas y azules desaparecen.
Solo queda el negro, el inmenso negro en el que no puede apreciarse ni una sola estrella.
Espero impaciente a que se haga de día, no me gusta la noche, nunca me ha gustado.
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